martes, 31 de enero de 2012

Los descendientes


La multinominada (y también premiada) película de Alexander Payne no es una obra maestra, aunque sí una correcta tragicomedia de personajes.
De buena factura, ritmo y realización, combina el drama de sobremesa con buenas interpretaciones, un ritmo más que correcto y una música, ambiente y trasfondo trabajados y que combinan realmente bien.

En ralidad no se trata de una gran película, aunque sí resulta entretenida, principalmente por el elenco de intérpretes (del que dejaría aparte al protagonista George Clooney, que en realidad hace más bien de sí mismo, olvidándose de actuar como otro verdadero personaje, cosa que sí consiguen sus excelentes compañeros de reparto, que son los verdaderos motores responsables de que el film consiga llegar y enganchar los sentimientos del espectador).

Sin ser indispensable, se deja ver.

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