viernes, 2 de octubre de 2015

Crónica de las XX Jornadas del Cómic de Avilés

Mayoría de edad y algo más es lo que éste año trajo la nueva edición de las Jornadas, que siempre tendrán ese espíritu de amor compartido por un medio que digámoslo claramente, es tan grande que nos reúne una y otra vez en torno a él por unos días.
 
Porque (y esto es como no podía ser de otra forma, personal) sí, los cómics nos gustan, nos enganchan, nos emocionan...pero nada de todo esto debería de trascender más allá de una opción personal e interior en nuestros hogares o en nuestros trayectos hacia otra parte...Ese momento de introspección en el que nos dejamos llevar por las historias y por sus personajes, sin importar de qué tipo sean. Y sin embargo, esa faceta busca expandirse, compartirse, en unos días irrepetibles donde amigos, conocidos, o simplemente gente nueva por conocer se encuentra en el mismo lugar, durante la misma época del año, para dejarse embaucar por viejas sonrisas y nuevos abrazos.
 
¿Qué nos encontramos éste año? Bueno, tras dos décadas, la fórmula ya se estabilizó hace tiempo: Exposiciones de originales, presentaciones de artistas, escritores y trabajos, charlas, repasos a trayectorias, homenajes y sesiones de firmas en un ambiente cercano, relajado y diferente (terrazas, bares, la calle misma), además de en los espacios oficiales (Auditorio, Carpa, centros comerciales y salas de exposiciones).
 
Por tanto, la novedad estuvo como suele ser, en los autores invitados y en sus historias, trabajos y personalidades. Por primera vez en las últimas ediciones el tema invitados aumentó en cantidad y peso mediático (las limitaciones económicas hicieron que lo que era una verdadera explosión de cantidad y variedad de autores hace 6-7 años, algo realmente increíble, se fuese limitando cada vez más), con gente tan importante entre otros como Alan Davis, Paul Pope, J.M. De Matteis, Jesús Merino, Pasqual Ferry (que acudía de nuevo 17 años después), Fernando Vicente, Gary Frank (una vez más; Gary fue uno de los que estuvo en la primera edición), el gran Rodney Ramos (que no acudió los últimos años), los cada vez más reconocidos Mahmud Asrar y Matteo Scalera, Roger (espectacular expo de su último Jazz Maynard), David Rubín (que llevó un buen montón de encargos de gran nivel a un estupendo precio), David Baldeón (cada vez más consolidado en los USA), Sento, Sergio Colomino (escritor y creador del estupendo Sherlock Holmes y la conspiración de Barcelona, cuya nueva historia con el famoso detective podría estar disponible ya para San Jordi o para el próximo Saló del Cómic de Barcelona)...etc.
Genial fue ver que De Matteis y su esposa son sencillamente geniales, educados, divertidos y cercanos y que Davis y su esposa disfrutaron de nuevo de sus paseos por la ciudad (una repentina indisposición en la clausura no evitó que se acercase a firmar, aunque no pudo acudir a su charla) sin faltar a esa tarde en que el artista no para de dibujar y dibujar (ésta vez con opción de sketch a lápiz gratis en dina 5 o commission de 50€ a dina4, sin bajar de calidad porque fuese gratis, y siendo más trabajados que los que suele hacer en UK). Además, sus originales (a un precio inmejorable) fueron una tentación difícil de resistir.
 
Paul Pope, un alma libre, creativa, sencilla, cercana, divertida, curiosa y plena. Fue genial escucharle y compartir momentos con él, siempre por las terrazas, preguntando a la gente sobre cualquier cosa, dibujando y firmando a todos...En su charla paró un momento y dijo entre risas: "¡Está durmiendo!" (risas generales puesto que alguien de entre el público efectivamente se había dormido. Al despertar por las risas de todos no entendía nada, claro, y su cara hizo que las risas aumentasen).
Posteriormente le pregunté si era la primera vez que alguien se le dormía en una charla y me confirmó que sí, sonriendo.
Paul estuvo en dura pugna por ser el autor ganador al premio más fiestero y doy fe de que puso empeño, aunque parece ser que un pequeño fallo hizo que sólo ganase el de autor más guapo.
La verdad es que se lo estaba "pasando tan bien", que sus curiosos dibujos desataban alguna que otra risa y cara de sorpresa, al ver en ocasiones que lo que se le había pedido en nada se parecía al resultado final.
 
Jesús Merino. Uno de los tipos más encantadores, cercanos, entregados, divertidos y geniales que haya y que vaya a haber. Siempre es genial y fácil todo con Jesús. Trajo e hizo commissions de casa.
 
Ferry fue una risa también, y los ratos con él, divertidos y super aprovechados. Dio un clinic magistral de crítica de cómic a un joven que le llevó unas cuantas de sus páginas. Una verdadera delicia ver y oir sus sugerencias para mejorar y evolucionar.
También aceptó commissions (a precio más que interesante) allí mismo.
 
Fernando Vicente apenas estuvo al inicio, pero tanto su sentido del humor como su charla y sus trabajos son siempre para disfrutar. El repaso a su trayectoria fue un regalo, y su presencia, también.
 
Frank, sencillo y tranquilo, se lió a hacer dibujos gratis a los fans y no paró. Un tipo genial.
 
Rubín, desenfadado como siempre, estaba hasta arriba de encargos. Se vio sorprendido con muchos más de los que esperaba, pero aun así, firmó y dibujó a todo el mundo que se lo pedía.
 
Asrar y Scalera, majos ambos (sobre todo el primero, bromista y sonriente siempre) aceptaron encargos, y se animaron más tarde a hacer dibujos rápidos y sencillos a los fans.
 
Colomino, autor y amigo, un verdadero placer compartir anécdotas, terrazas y comida con él, y con ganas de que esos nuevos proyectos se consoliden bien pronto.
 
Ibán Coello fue el ganador del premio al autor autoinvitado (allí desde el primer día), las charlas de Sento (cuando Ángel de la Calle le dejaba meter baza entre anécdota y anécdota de las Jornadas), muy interesante, el ganador del premio George Pérez al autor más entregado con los fans fue Fumio Obata, el artista japonés, que recibió el premio con una gran alegría y emoción...
 
Como siempre, las cervezas, el quedar con aficionados y autores por la noche en la terraza (este año en un bar de la plaza situado en la zona de arriba del Auditorio) y el ambiente con amigos y conocidos marcó la diferencia, estrechando lazos y rematando lo vivido por el día.
 
Y aquí alguno dirá: pero esto está un poco edulcorado, ¿no? Ésta pátina de todo mola, todo es genial y mola... ¿cómo puede ser, si he leído y oído que no todo es de color de rosa? ¿No estará exagerando?
Sí y no. Y vamos a explicarnos:
 
Todo ésto es así. Evidentemente ha habido una evolución durante las últimas ocho ediciones. Nada permanece inalterable ni es ajeno a los cambios. Ni los autores ni la situación ni los fans. Las tendencias, las modas, las personalidades de la gente, lo que esperan, lo que dan...todo varía.
Lo que empezó siendo un festival minoritario entre poca gente fue creciendo hasta convertirse en lo que hizo famoso a Avilés (hablando de cómic). Todo se hizo más grande, se atrajo a más público y a más fans, y el espíritu de compartir unos días con tus autores favoritos de tú a tú, de admirador a admirado, fue el germen que se desarrolló hasta hacerse mayor.
 
A veces crecer tanto hace que las cosas cambien, y después de la crisis, todo quedó un poco más pequeño, pero resistió y las cosas se fueron retomando en cuanto a cantidad e impacto de los autores invitados, como este año (siendo las líneas maestras las mismas).
 
Evidentemente cuando uno habla de sensaciones, todo es muy personal. Y en ellas se mezclan no sólo el año actual, sino todas las ediciones anteriores y lo vivido en ellas. Y uno suele acordarse de lo bueno, y no de las pequeñas decepciones, o de los pequeños fallos, de las esperas infructuosas o de lo que uno soñó y no pasó. El balance general es enormemente positivo. No hay nada como Avilés, y seguramente no lo vaya a haber. Aquellos años primeros vividos (2008-2009) fueron muy posiblemente inmejorables. Lo que te marca se mantiene y todo lo demás parece en comparación palidecer. Eso no hace que no se pueda seguir disfrutando de lo nuevo. Simplemente hay que ajustarse a lo que hay, valorar lo que fue y sacar provecho de lo que hay (que es evidentemente mucho más que sólo conseguir un dibujo de un autor).
 
Dicho todo, Avilés hay que tomarlo como lo que es: una oportunidad de disfrutar con amigos y autores, conocidos y allegados, de unos días estupendos en los que se puede hacer de todo.
 
Ahora bien, es cierto que esa sensación (real) de numerosos autores firmando y dibujando en las terrazas a la gente durante horas (o bastante a menudo), que es en definitiva lo que hace que la gente (no nos engañemos) viaje a Avilés en septiembre, cada vez es más escasa. Son muchos días de convención, algunos autores sólo están algunos días (al final, o al principio), la pérdida del hotel cafetería de la plaza no se ha suplido del todo de la misma manera (hay más terrazas, pero no hay ninguna que sea "oficial" donde los autores sepan que están los fans si quieren acercarse allí un rato) y suelen estar en una u otra, sin saber exactamente qué hacer o dónde ir para encontrarlos..
 
Las sesiones de firmas, que anteriormente eran algo pintoresco donde ir para un dibujo rápido, ahora son muy a menudo la única manera de conseguir esa dedicatoria de algunos autores, y sobre todo, el tema commissions ha modificado el panorama general (algo evidente y necesario como he comentado para los salones de manera general, como he escrito anteriormente al respecto de otros salones españoles, pero que aquí destroza la filosofía fundacional de las Jornadas), tanto por parte de los autores como por la de los fans. Si los artistas ven negocio, es normal que no quieran dibujar gratis (¿por qué deberían hacerlo?). Y si los fans quieren un dibujo más trabajado que algo rápido y gratis, pues es el medio idóneo para hacerlo.
Hay que reseñar que eso de "en las convenciones españolas los dibujos son gratis" es y ha sido una anomalía de la que todos nos hemos beneficiado, pero no deja de ser eso, una anomalía, que posiblemente está avocada a la extinción salvo en casos puntuales.
Mi opinión personal es que una convivencia de ambos sistemas sería la mejor manera de solucionar el tema. Al menos para Avilés, que siempre fue especial, diferente y cuyo espíritu fue la base sobre la que creció todo.
 
Pero pagar o no pagar no deja de ser una de las cuestiones. Creo que lo que algunos fans echamos de menos es esa sensación de cercanía y complicidad, esos momentos de ver a los artistas dibujando a la gente, esa excitación de ver las maravillas creadas sobre el papel, de poder moverte un par de metros y ver eso mismo en la mesa de al lado...y un poco más allá lo mismo...poder tomar fotos del momento y disfrutar después repasándolas, seleccionándolas y mandándolas a amigos.

Son muchos días. Si la mayoría de autores llegan el miércoles o jueves, si los pocos que hay no asoman o es complicado encontrarlos, si cuando llegan sólo hacen commisions de cientos de euros (J.G. Jones el año pasado sólo dibujó una tarde prácticamente sin que hubiese dinero de por medio y ni siquiera estaba allí para verlo), o si las hacen en el hotel, sin poder ver cómo las hacen, aunque sean para otra persona... si vienen uno o dos días y es complicado encontrarlos... uno empieza a preguntarse si merece la pena la importante inversión monetaria y de tiempo para conseguir algo.
Creo que ésa es la cuestión principal hoy en día, puesto que salones hay muchos y el contacto con los autores es realmente sencillo con internet. Es fácil pedir y recibir sin moverse de casa, sin gastar días en el trabajo y bastante más barato hacerlo, aparte de menos cansado. Se perdería el contacto directo, el ambiente y todo aquello, pero a los amigos se los puede ver en otros sitios, y seguramente estén también presentes en esos otros salones donde todo puede parecer más convencional pero menos complicado y agotador...
 
Así están las cosas en la actualidad, por lo que he podido hablar con más gente.
 
En cualquier caso, vaya desde aquí mi reconocimiento a Jorge Iván, Ángel de la Calle, Germán, Diego García y demás miembros del stuff por hacer posible las Jornadas. Un milagro y una balsa de agua en medio del desierto deben de ser valoradas por lo que son y por lo que han sido sin ninguna duda. Y esperemos que lo sigan siendo durante muchos años... GRACIAS


Fotos: Diego García moderando y traduciendo a Alan Davis y J.M. DeMatteis
           Alan Davis dibujando
           Paul Pope tras recibir su premio en la clausura
           Dibujo de Pope para un fan

2 comentarios:

EduXavi dijo...

Yo no hubiera expresado mejor... veremos hacia donde se encamina Avilés y que deparará su futuro. Por lo demás, unos días fantásticos compartidos con la mejor gente posible ;-)

The Korinthian dijo...

Muchas gracias, amigo. Esperemos que sea todo para bien, desde luego.
Y sí, unos días estupendos ¡¡que espero poder repetir bien pronto!!